Los principios bajo los que se debe desarrollar un Plan de Igualdad son los siguientes:
- Colectivo e integral. Se dirigirá a toda la plantilla, no sólo a las mujeres.
- En su realización estará presente la representación legal de la plantilla.
- Implica a todas las áreas de gestión de la organización.
- Dinámico y flexible. Será progresivo y estará sometido a cambios y nuevas realidades de la empresa.
- Sistemático-coherente. Los objetivos generales se consiguen por el cumplimiento de objetivos específicos de cada área mediante la implantación, seguimiento y evaluación de las acciones o medidas.
- Termina cuando se han implantado las acciones programadas y se ha realizado el seguimiento de estas y de la consecución de los objetivos, así como la evaluación final.
Por último, hay que señalar que, un Plan de Igualdad también debe cumplir ciertos requisitos con relación a la protección de datos de los trabajadores. En concreto, es importante mencionar el respeto a la confidencialidad.
Todas aquellas personas que formen parte del proceso de elaboración Plan, deben guardar silencio profesional sobre el contenido de las reuniones. En este punto hay que tener especial cuidado con la divulgación de datos sobre acoso sexual o violencia de género.